UNA INVITACIÓN PARA NUESTRA VIDA PARROQUIAL DEL 2023-24
Durante el mes de septiembre, tanto el Consejo Pastoral -el 13 de septiembre- como la Asamblea Parroquial -el 23 de septiembre- hemos reflexionado, dialogado sobre la programación de este curso actual 2023-24.
De esa participación ha salido esta propuesta de programación para que todos los grupos, actividades, personas, familias… de la comunidad parroquial reflexionemos sobre cómo ponerlo en práctica.
Como todos los años, si deseáis hacer llegar sugerencias y aportaciones enviadlas al correo de la parroquia. El correo: parroquiasantairene@archimadrid.es
“CONOCER, DIALOGAR Y SERVIR A NUESTRO BARRIO”
I.1.-El recorrido de los últimos años.
* En el 2017-18: “Revitalizar, naciendo de nuevo, sabiendo por qué y por quien hacemos las cosas, recuperando la alegría del Evangelio, desde un encuentro personal con Jesús, para dar respuesta a los problemas personales y sociales de nuestro barrio y nuestro mundo”. El lema y acento del año fue el “Nacer de Nuevo”.
* En el 2018-19: el mismo del anterior, con el lema/acento “Un motivo para la alegría y la esperanza”.
* En el 2019-20: “La ternura de Dios”.
* En el 20-21, “Nunca es tarde”.
* En el 21-22: “Latidos de Esperanza”.
* En el 22-23: “Cuídate, cuídame, como el Padre Dios te cuida”.
I.2.-Lema para este curso: “Conocer, dialogar y servir a nuestro barrio”
Nuestra parroquia de Santa Irene es una comunidad cristiana que vive, ora, se reúne y participa con y en este barrio de Palomera Sureste. Nosotros, como seguidores y discípulos de Jesús deseamos vivir nuestra fe en medio de este, nuestro barrio.
Jesús, que pasó por el mundo haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal, nos enseña, con su vida, algunas actitudes que nos pueden ayudar en nuestra convivencia en y con el barrio.
- Él tenía especial interés en conocer a la gente personalmente, en profundidad, no solo “de vista”, “por fuera”. Nuestra comunidad cristiana no vive en una burbuja. Vivimos en un barrio. Los miembros de la comunidad somos vecinos. Igual que Jesús era nazareno, nosotros somos vallecanos… Igual que Jesús vive atento a las preocupaciones de las personas, nosotros atentos a las preocupaciones de nuestros vecinos.
- Por ello Jesús se acerca, escucha, dialoga, siente, se compadece de las personas con las que se encuentra. Por ello nuestra comunidad quiere escuchar y dialogar con las personas con las que convivimos, porque las queremos, para conocer mejor sus problemas, sus aspiraciones, sus capacidades…
- Pero Jesús no se queda con los brazos cruzados; realiza gestos de sanación, de ayuda, de reconciliación, de liberación personal, de dignificación; “yo estoy en medio de vosotros como el que sirve”. Por eso Servir a nuestros vecinos es justamente nuestro trabajo como parroquia, como comunidad cristiana. El servicio que queramos ofrecer dependerá del descubrimiento que hagamos de lo que necesita una persona para ser feliz: tener cubiertas sus necesidades materiales, tener salud, ser querida y tener a quién querer, conocer a Jesús y querer servir a los demás como él… y buscar juntos las posibles salidas
En Santa Irene llevamos un camino recorrido, y con nuestras actividades y propuestas intentamos paliar las situaciones de tristeza, la necesidad de escucha y soledad, de encontrarse con otros, de disfrutar de un entorno familiar y de reconocimiento personal, de cubrir las necesidades sociales básicas. También queremos dar cauce a actividades que promuevan el entretenimiento, el compañerismo, la salud corporal y mental, la formación… y, cómo no, a la necesidad más profunda de expresar la fe en común, de crecer en nuestra dimensión espiritual.
Nos comprometemos, durante este curso, y en las programaciones de cada grupo, a seguir ofreciendo y cuidando con calidad y calidez estas propuestas para ayudar a paliar estas necesidades.
Pero también reconocemos como comunidad que intuimos algunas de las necesidades de nuestros vecinos a las que todavía no estamos respondiendo suficientemente: personas que pueden sentirse despreciadas, o incluso maltratadas; familias jóvenes con hijos que llevan poco tiempo en el barrio; personas con inquietudes espirituales y religiosas que buscan cauces de vivencia y formación; personas que viven con vergüenza su situación económica marginal…
Somos consciente de que necesitamos ser creativos y audaces en la búsqueda de acciones que nos ayuden a descubrir y profundizar en las necesidades, incluso las más profundas, de nuestra gente, dialogando con ellos. Sabemos que el “boca a boca” es uno de los mejores medios. También podemos ir ampliando las relaciones con diversos grupos de vecinos, compartiendo con sencillez, prudencia y respeto lo que se hace en la parroquia, invitando a conocer, a integrarse en las actividades. Queremos intensificar el “aula cívica” con charlas abiertas a las necesidades de la gente del barrio, organizar con otros colectivos acciones en momentos socialmente especiales -guerras, tragedias, conmemoraciones…, celebrar fiestas especiales de la parroquia abiertas al barrio…
Nos comprometemos, durante este curso, y en las programaciones de cada grupo, a seguir buscando, con creatividad y audacia, acciones o iniciativas que nos ayuden a dialogar, escuchar y conocer mejor las necesidades de las personas del barrio
Como comunidad creyente, deseamos cultivar nuestra relación con Jesús, conocerlo mejor, desarrollar nuestras inquietudes religiosas y espirituales. Son varios los ámbitos parroquiales con los que deseamos responder a esta necesidad personal y comunitaria: las eucaristías, el espacio celebrativo, los catecumenados de catequesis y confirmación, la oración de los jueves, los retiros de adviento y cuaresma… A veces echamos de menos más actividades formativas de esta dimensión.
Pero, como comentábamos antes, sabemos que estamos rodeados de no pocas personas con inquietudes espirituales y religiosas que buscan cauces de vivencia y formación. ¿Tenemos algo que aportarles? Sabemos que es una dimensión difícil de abordar, y que exige mucho respeto y, a la vez cercanía. Somos conscientes de que es una necesidad importante del ser humano y queremos afrontarla.
Nos comprometemos, durante este curso, y en las programaciones de cada grupo, a seguir buscando y ofreciendo acciones o iniciativas que nos ayuden a escuchar las inquietudes de tipo religioso y espiritual de las personas de nuestro barrio y proponer, desde el respeto y la cercanía, formas de conocer mejor a Jesús y nuestra iglesia, y de cuidar las inquietudes de tipo espiritual.