Equipo de liturgia

“Una liturgia viva para una Iglesia viva”

“La Iglesia está viva, si formando un solo ser viviente con Cristo, es portadora de vida, es materna, es misionera, sale al encuentro del prójimo, solícita para servir sin perseguir poderes mundanos que la hacen estéril”.

 

“La liturgia es vida para el entero pueblo de la Iglesia. Por su naturaleza la liturgia es de hecho ‘popular’ y no clerical, siguiendo la etimología, es una acción para el pueblo, pero también del pueblo. Como lo recuerdan tantas oraciones litúrgicas, es la acción que Dios mismo realiza en favor de su pueblo, pero también es la acción del pueblo que escucha a Dios que habla y responde alabándolo, invocándolo, acogiendo la inagotable fuente de vida y de misericordia”.

 

“La liturgia es vida y no una idea por entender. De hecho, nos lleva a vivir una experiencia transformadora del modo de pensar y de comportarse”.

 

(Exhortación del Papa Francisco en la 68° Semana Litúrgica Nacional: “Una liturgia viva para una Iglesia viva”).

 

El equipo de liturgia se ocupa de animar las celebraciones de la comunidad parroquial, especialmente las eucaristías del domingo. Procura motivar para hacer de las celebraciones momentos “vivos” en los que sintamos que la presencia de Dios se palpa en nuestra vida y en la de nuestra sociedad.

El Equipo completo se reúne  3 ó 4 veces al año para programar la propuesta a presentar al Consejo Pastoral. En esas reuniones se distribuye la preparación de las diversas eucaristías y celebraciones a lo largo del año por medio de la comunidad.

¿Por qué no te animas a participar?

¿Cómo?

• Formando parte del Equipo de liturgia. Si tienes interés, anímate. Si somos un gran grupo, será un servicio más llevadero para todos.

 

• Si asistes a la misa de las familias (11:30), acercándote los domingos a las 11:00 para preparar con los niños y el equipo de catequistas la misa. Nos juntamos en la sala al lado de la sacristía.

 

• Si asistes a la misa de la comunidad (12:30), acercándote los domingos a las 12:00 para poner en común lo que las lecturas del día nos invitan a celebrar. Nos juntamos en la sala al lado de la sacristía.

 

• Participando activamente en las misas y celebraciones