¡Recuperar la alegría!

Revitalizar, naciendo de nuevo, sabiendo por qué y por quien hacemos las cosas, recuperando la alegría del Evangelio, desde un encuentro personal con Jesús, para dar respuesta a los problemas personales y sociales de nuestro barrio y nuestro mundo.

Este era el lema que decidimos nos acompañara a lo largo de todo el año. Nos centramos sobre todo en el deseo de «nacer de nuevo«. En la evaluación del curso pasado, realizada en junio, constatamos que este lema «nos está impulsando a seguir con ilusión y coherencia».

Este curso ¿nos proponemos el recuperar la alegría del Evangelio? Lo hablaremos en la asamblea de programación.

Hagamos de nuestra fe un motivo para la alegría y la esperanza, especialmente ante la tristeza y la desesperanza que en ocasiones nos rodea.