DOMINGO 14 de junio. Corpus Christi

DOMINGO. CORPUS CHRISTI.  -EN EL TEMPLO Y EN ZOOM-
  • La presencia en el templo será para un máximo de 40 personas. Es necesario venir con mascarilla. (Recordamos que se mantiene la dispensa dominical. Se recuerda que enfermos y personas de riesgo, por su seguridad, no deben asistir).
  • Las personas que se conecten por zoom:
https://us02web.zoom.us/j/87909770245

ID de reunión: 879 0977 0245
Contraseña: Irene

Si quieres ver cómo conectarte y participar en nuestras celebraciones, PINCHA AQUÍ, en el «Rincón de la Liturgia»

 

ESQUEMA DE LA CELEBRACIÓN  

«Mis manos, esas manos y Tus manos
hacemos este Gesto, compartida
la mesa y el destino, como hermanos.
Las vidas en Tu muerte y en Tu vida».

 

Nos damos los buenos días y vamos saludando a las casas
que vayamos entrando en esta «iglesia virtual» y en el templo físico de Santa Irene.

 

Saludo y Ambientación

  • Saludo para los niños

  • Sentido de la celebración: «Mi Cuerpo es Comida»

Mis manos, esas manos y Tus manos
hacemos este Gesto, compartida
la mesa y el destino, como hermanos.
Las vidas en Tu muerte y en Tu vida.

Unidos en el pan los muchos granos,
iremos aprendiendo a ser la unida
Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos.
Comiéndote sabremos ser comida,

El vino de sus venas nos provoca.
El pan que ellos no tienen nos convoca
a ser Contigo el pan de cada día.

Llamados por la luz de Tu memoria,
marchamos hacia el Reino haciendo Historia,
fraterna y subversiva Eucaristía.

            (Pedro CASALDÁLIGA)


Momento de Perdón 

En un momento de silencio nos invitamos a pedir perdón en silencio,
en el fondo de nuestro corazón,
por no haber vivido la Caridad, la Comunión,
el Cuerpo Unido, sí, pero partido y repartido… 

Señor ten piedad…

Oración – colecta

Señor Jesús, que partiste y repartiste tu pan, tu vino, tu cuerpo y tu sangre,
durante toda tu vida, y en la víspera de tu muerte lo hiciste también;
te pedimos que cada vez que nosotros lo hagamos «en memoria tuya»
renovemos nuestra decisión de seguir partiendo y repartiendo,
como tú, en la vida diaria,
nuestro pan y nuestro vino, nuestro cuerpo y nuestra sangre,
todo lo que somos y poseemos.
Te lo pedimos a ti, que nos diste ejemplo
para que nosotros hagamos lo mismo.


Liturgia de la Palabra

1ª Carta a  los Corintios (10,16-17)


El cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo?
Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?
El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos,
formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan.

Palabra de Dios


Evangelio según San Juan (6,51-58)


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»

Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»

Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».

Palabra del Señor

 

Momento personal y de compartir 

Os ofrecemos algunas reflexiones
que nos pueden ayudar a preparar la eucaristía

  • Reflexión de José Moreno Losada

La comunidad cristiana que celebre la Eucaristía ha de tener una fe viva con dimensión social y caritativa. Los Santos Padres nos decían que, si no hay justicia, la Eucaristía se vacía de sentido, no podemos ni recibir ni adorar a Cristo en la Eucaristía, ni acercarnos a él, sin pedir el «pan nuestro de cada día», el de la dignidad de todos los seres humanos y de saber pedirlo con nuestras vidas diarias.

La verdadera adoración a Cristo en el misterio de la Eucaristía nos lleva a reconocerlo en el rostro de todos nuestros hermanos, especialmente en los más necesitados y crucificados de la historia. No podemos olvidar los creyentes que, en ese Pan bajado del cielo, precisamente ahí, está presente el Crucificado que ha Resucitado. Necesitamos altar, sagrario y vida, sin separarlos. Por tanto, no impidamos a Cristo estar realmente presente allí donde Él quiere estar para llevar su Evangelio de dignidad, verdad y justicia. La presencia real de Cristo en la Eucaristía nos está pidiendo entrar en el verdadero camino del amén cristiano, aquél que se verifica en la entrega radical a favor de los hermanos con el deseo que tengan vida abundante. Hoy, como nunca, el reto está en que la presencia real de Cristo llegue como sanación, consuelo, verdad y libertad a todos los que sufren en el alma o en el cuerpo.

  • Reflexión del libro de Cáritas para Cuaresma y Pascua 2020.

¿Qué celebramos? El Día de la Caridad y el Día del Corpus Christi, es decir, la celebración de la eucaristía. No es casualidad que coincidan en el mismo día. Celebrar la eucaristía es celebrar y hacer presente la vida que Jesús entrega por amor a toda la humanidad y que se hace presente en el pan y el vino cada vez que nos reunimos en torno a su mesa. Celebrar el Día de la Caridad significa partir y compartir el pan en comunidad, responder a la propuesta de vida que Dios nos hace para aprender a vivir como hermanos y hermanas, con el corazón y el alma en atenta mirada hacia los demás, para dar la vida y hacer propia la misión de Jesús: amar al mundo y mostrarle lo que Dios le ama. Vivir la caridad es saberse amado por Dios y ser capaz de verle reflejado en los demás, en la Creación, en las personas más pobres, vulnerable y excluidas de nuestros lugares cotidianos, dejarse tocar por sus vidas y aprender a mirar a escuchar el sufrimiento y el dolor de los demás, sin miedo, para conmovernos y no pasar de largo.

  • Reflexión de Servicios Koinonía

En esta celebración se hace necesario incluir la memoria del Jesús histórico que pone a disposición de la salvación del mundo la totalidad de su persona. El Cristo que ofrece su cuerpo progresivamente andando por los polvorientos caminos de Galilea. Ya desde entonces su existencia está puesta a disposición del proyecto salvador del Padre. Jesús se deja conducir por el Espíritu hasta las últimas consecuencias. Y si en el camino a Jerusalén abraza la perspectiva de la cruz es porque antes había puesto a disposición su cuerpo, al abrazar la carne doliente de tantos hermanos y hermanas. Los acontecimientos de la pasión, muerte y resurrección en Jerusalén tanto como la reflexión posterior de la comunidad cristiana no se entienden sin aquella solidaridad primera de Jesús que ofrece su cuerpo para que lo encuentren quienes lo buscan en sus necesidades.

  • Reflexión de José Luis Sicre

La idea de que, al comulgar, Jesús habita en nosotros y nosotros en él, corre el peligro de interpretarse de forma muy individualista. La lectura de Pablo a los corintios ayuda a evitar ese error. La comunión con el cuerpo y la sangre de Cristo no es algo que nos aísla. Al contrario, es precisamente lo que nos une, «porque comemos todos del mismo pan».

  • Reflexión de Rosario Ramos

Este discurso de Jesús va girando en espiral hasta llegar a un núcleo que parece una radiografía de lo que es el ser humano en su esencia: –Quien come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él–, es decir, lo más profundo de lo que somos está hecho de un intercambio permanente entre la humanidad y la Divinidad. Jesús no parece pretender formatear las mentes de los judíos para instalar su programa sino resaltar la libertad para elegir adherirse a su movimiento que es mucho más que una forma de vivir: es una nueva conciencia de la existencia.

 

INVITACIÓN A COMPARTIR
¿Qué imagen te ha ayudado más a vivir el sentido de «la Trinidad»?
¿podrías compartir el por qué?

  

Peticiones – Preces –

Leemos todos juntos esta oración de petición

Señor Jesús,
Cuerpo entregado y sangre derramada
para la vida del mundo.
Te pedimos por cuantos sufren
los efectos materiales, éticos, psicológicos y espirituales
de la crisis que estamos viviendo.
Que cuantos celebramos la memoria de tu vida entregada
en el sacramento de la eucaristía
tengamos ojos abiertos para ver la aflicción de los que sufren,
oídos atentos para escuchar su clamor
y un corazón sensible para compartir en el amor
sus sufrimientos y esperanzas.
Ayúdanos a ser valientes y creativos
para regenerar nuestras vidas
y los espacios sociales y económicos en los que vivimos.
Que pongamos lo mejor de nuestras capacidades y bienes
a disposición de los hermanos
con verdadero espíritu de comunión y participación
de responsabilidad y servicio.
Amén

Si alguien desea hacer su petición, lo puede hacer.

 

Ofertorio: ofrecemos los 60 años del Día de Caridad

Oración ofertorio

Que el sacramento de vida que ahora celebramos, 
significado en el pan y vino compartidos,
se transforme en nuestras vidas 
en realidad concreta de amor fraterno 
y compromiso solidario con los más vulnerables, 
lo mismo cerca que lejos de nuestro entorno.
Por Jesucristo nuestro Señor.

 

Reflexión después de la comunión 

Oíd el silencio

Dios nos habla en el silencio y estamos rodeados de ruido, de voces, de griterío… imposible oír su voz 

Venid, venid, benditos de mi Padre porque estaba desnudo, hambriento, sediento, encarcelado, enfermo, sin hogar, sin recursos, sin ayudas, abandonado y me acompañasteis dándome aquello que necesitaba y me correspondía en justicia.

Y, ¿cuándo fue eso? preguntaremos extrañados. Y nos dirá: en los tiempos de la pandemia y en todos los momentos en lo que fuimos constructores de andamios de esperanza.

Hoy, os invitamos a oír su voz haciendo silencio y a salir con la mirada del buen samaritano para que podamos ver y actuar.

 

Oración final 

Señor Jesucristo:
Te damos gracias por habernos dado tu cuerpo y sangre, todo tu ser,
y por hacernos sentir que somos uno,  como comunidad tuya.
Te pedimos que permanezcas con nosotros.
Fortalécenos para llevar a cabo tu trabajo de amor, integridad y paz,
y para preparar el pan de nosotros mismos  a fin de compartirlo con otros.
Y que esta fiesta de tu eucaristía,
sea para nosotros el signo y el anticipo del banquete eterno
que esperamos gozar un día todos juntos contigo
por los siglos de los siglos.

 

 

Avisos parroquiales

1.- DÍA DE LA CARIDAD. ¡AYÚDANOS A AYUDAR! 

Para más información sobre el día de Caridad, pincha abajo:

Inicio

2.- SOBRE LAS MISAS DOMINICALES 

A partir del 21 de junio, las misas serán únicamente en el templo. El Aforo permitido es de 100 personas.

 

3.- ACOGIDA DE MIGRANTES Y REFUGIADOS EN AGOSTO

Para este mes en concreto necesitaríamos 30 familias que estuvieran dispuestas a preparar una cena para unas 8 personas un día del mes de agosto, y acercarla a la parroquia de Santa Irene ese día a las 8:45 de la noche.

Las personas disponibles tenéis una ficha aquí abajo. Enviad los datos al correo de la parroquia parroquiasantairene@archimadrid.es

 

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