Os proponemos para este domingo dos formas de celebrar «en comunidad» la eucaristía del domingo. Podéis utilizar las dos o una de ellas.
- Participar de un encuentro virtual comunitario de unos 35 minutos el domingo a las 12:30 (por medio de la plataforma «zoom»). Adelante os explicamos cómo hacerlo.
- Participar de un momento comunitario el domingo, también hacia las 12:30, con este esquema que os enviamos.
¿CÓMO INSTALAR O ENTRAR EN ZOOM?
1.- Descargas la aplicación en tu ordenador, tableta, móvil. Lo puedes hacer pinchando en este enlace: https://zoom.us/download
2.- Te registras abriéndote un usuario que te servirá para muchas ocasiones -encuentros con familias, trabajo…-. Puedes hacerlo en este enlace: https://zoom.us/signup Únicamente te pide un correo electrónico donde te llegará un mensaje de zoom para que confirmes que es tu correo.
3.- Cuando entres por primera vez, te pedirá que pongas nombre apellido y contraseña). Ya estás dentro.
4.- El domingo, a las 12:30, entra en zoom, pincha en el icono «Entrar» y, donde dice «identidad de reunión o nombre de sala» introduce el número que os proporcionaremos de 9 cifras y ya está.
- Inicialmente el número será el 601 094 697
¿CÓMO PREPARAR LA EUCARISTÍA?
Os proponemos una preparación de la eucaristía participada. Para ello los pasos a los que os animamos son los siguientes:
1.- Entrar en el Rincón de la Liturgia y leer la hoja del domingo 29 de marzo.
2.- Entrar en el documento de Cuaresma que estamos siguiendo para ver la propuesta para la celebración del domingo 5º de Cuaresma en las páginas 26-30.
3º.- Personas voluntarias que preparen, a partir de la propuesta anterior, algunas partes de la misa:
- Introducción y saludo:
- Peticiones de perdón:
- Lector para la lectura de Ezequiel:
- Reflexión sobre el evangelio:
- Peticiones -preces:
Os pedimos que aquellas personas que estén disponibles para preparar alguna parte de la misa, manden un correo a parroquiasantairene@archimadrid.es . Os responderemos inmediatamente a cada uno.
ESQUEMA DE LA CELEBRACIÓN
(Lo iremos completando con vuestras participaciones)
Saludos de bienvenida y saludo del celebrante
* Nos damos los buenos días y vamos saludando a las casas que vayan entrando en esta «iglesia virtual» de Santa Irene.
* Saludo del sacerdote: En Jesús Dios se hace cercano a todas y todos. Que Jesús, el amigo de la vida,esté siempre con vosotros.
Vivimos en un mundo “de muerte”, paralizado, quieto, cerrado entre las tablas del “mí mismo” adonde todo conduce, un mundo donde todo empieza y acaba en uno mismo. Todo está a tu servicio, todo pensado para ti y a favor tuyo. Es una red que nos impide salir y mirar: la “globalización de la indiferencia”, vivimos anestesiados. Todo pasa deprisa, todo vuela: siguen los muertos en el Mediterráneo, o los clamores y el grito de la tierra. Los hemos visto, y hablamos de ello, y hasta los poderosos se reúnen de vez en cuando para perderse en palabras porque los intereses que entran en juego son más fuertes que el planeta que arde y desaparece, y nosotros con ellos. Los miedos nos matan. . El Señor te visita para abrir tu sepulcro y devolverte a la vida, o sea, a la misión de sanar heridas y consolar tristezas. Por eso hoy nos preguntamos: “¿Comparto el don de la vida?”
- Cantamos o escuchamos «Vos sos el Dios de los pobres»
Acto penitencial
Matías nos invita al acto penitencial
Por la cantidad de veces en las que, lo único que hemos hecho, ha sido poner adjetivos a la vida. Vida religiosa, vida espiritual, vida pública. Adjetivos donde proyectamos nuestros intereses y comodidades. Sin caer en la cuenta como ocurre en el Evangelio de Lázaro que tú eres la Vida y defiendes todas las vidas sin más. SEÑOR, TEN PIEDAD
Por las veces en que hemos dudado de la amistad, por propios intereses. Cuando vemos como en el Evangelio de Lázaro. ¡Hasta qué punto llega Jesús a querer a sus amigos! CRISTO TEN PIEDAD
Por las veces que en esta pandemia, hemos llegado a dudar de los demás, me viene ahora a la mente, los empleados de las residencias de mayores, y como en algún caso han sido estigmatizados. SEÑOR TE PIEDAD.
Oración – colecta
Oremos a Dios que con su amor renueva nuestras relaciones (pausa) Tú eres, Padre, el amigo de la vida, amigo y vital, que rechazas las muertes que tantas veces nos damos a nosotros mismos, cerrados en la oscuridad de nuestras pequeñeces. Abre nuestro corazón al don de la vida que Tú nos das. Así lo confiamos por el Espíritu de Jesús que vive ya con nosotros por los siglos de los siglos.
Lectura de Ezequiel (37,12-14)
Así dice el Señor: «Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y, cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que soy el Señor. Os infundiré mi espíritu, y viviréis; os colocaré en vuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago.» Oráculo del Señor.
Evangelio Juan 11, 1-45
En aquel tiempo, las hermanas de Lázaro mandaron recado a Jesús, diciendo: «Señor, tu amigo está enfermo”. Jesús, al oírlo, dijo: “Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella”.
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba. Sólo entonces dice a sus discípulos: “Vamos otra vez a Judea”.
Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá”. Jesús le dijo: “Tu hermano resucitará”. Marta respondió: “Sé que resucitará en la resurrección del último día”. Jesús le dice: “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?”. Ella le contestó: “Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”.
Jesús sollozó y, muy conmovido, preguntó: “¿Dónde lo habéis enterrado?” Le contestaron: “Señor, ven a verlo”. Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: “¡Cómo lo quería!” Pero algunos dijeron: “Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?”
Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa. Dice Jesús: “Quitad la losa”. Marta, la hermana del muerto, le dice: “Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días”. Jesús le dice: “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?” Entonces quitaron la losa.
Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: “Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado”. Y dicho esto, gritó con voz potente: “Lázaro, ven afuera”. El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: “Desatadlo y dejadlo andar”.
Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él”
Momento personal: por si te ayuda a acoger el evangelio
Lázaro encerrado en su tumba somos nosotros, encerrados bajo la tierra de nuestro egoísmo individualista y atado con el sudario de nuestros intereses. Mientras sólo miremos nuestro propio interés, estaremos como muertos, incapaces de comunicar vida. Pero estamos hechos para la vida, para dar vida, para hacer nacer y crecer la vida, en mí, y en los demás, en todo el universo. Es necesario salir de la tumba de uno mismo para comunicar vida alrededor. Jesús nos llama: “¡Sal fuera!”
- ¿Qué me impide que mi vida crezca, madure, se expanda más allá de mí mismo?
- ¿Cómo doy vida a los demás?
- ¿Cómo me ayuda Jesús a compartir el don de la vida?
Momento de intercambio y participación
Oración universal – Peticiones – Deseos
Ángeles.- En el Dios que creemos es un Dios vivo, que está entre nosotros, está donde se remedia el sufrimiento de los enfermos, y el hambre de los indigentes. A este Dios vamos a expresarle nuestros gemidos y deseos, porque Él está a nuestro lado.
Merche.- Deseamos que esta pandemia que se extiende por el mundo, causando dolor, muerte, soledad y desesperación, se termine con el esfuerzo y solidaridad de toda la humanidad.
Contestamos: Danos un corazón grande para amar,
danos un corazón, fuerte para luchar
Cari.- Deseamos que los sentimientos que tu mostrarte a tus amigos, al grupo, despierten en nosotros la solidaridad, y la entrega, que en definitiva es poner nuestra vida allí donde hay muerte, soledad y sufrimiento.
Contestamos: Danos un corazón grande para amar,
danos un corazón, fuerte para luchar
Juan Antonio.- Deseamos nacer a la vida, librarnos de las ataduras de los pies y las manos como Lázaro, para quedarnos en libertad,
Sin temer al miedo y ala muerte que paraliza la vida comunitaria.
Contestamos: Danos un corazón grande para amar,
danos un corazón, fuerte para luchar
Ana.- Deseamos que esta realidad que estamos viviendo, nos sirva para recapacitar, para cambiar actitudes, para vivir como hermanos entregados a la lucha por la igualdad y la fraternidad, en nuestros barrios, en nuestras parroquias, en nuestra iglesia, en el mundo.
Contestamos: Danos un corazón grande para amar,
danos un corazón, fuerte para luchar
Oración sobre las ofrendas
El pan y vino de la Eucaristía son la presencia viva de Jesús resucitado, amigo de los hombres, compañero y cercano. Con ellos te ofrecemos nuestra pequeña vida y Tú nos la engrandeces. Danos siempre tu pan, que es pan de Vida nueva. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión
NO TE RINDAS (Autor anónimo) -Lee Maite-
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Oración de despedida
Gracias, Padre, porque no nos has hecho para la muerte sino para la vida.
Sácanos de nuestras oscuridades y haznos salir a los caminos para anunciar tu nombre y anunciar por el mundo la alegría de Jesús resucitado y la Buena Noticia del evangelio. Contamos con la presencia del Espíritu de Jesús que ya está con nosotros por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanas y hermanos:
Dios nuestro Padre quiere que vivamos. R/ Amén.
Nuestro Señor Jesucristo murió por nosotros para que podamos vivir. R/ Amén.
El Espíritu, dador de vida, nos inspira a seguir el camino de Cristo. R/ Amén.
Y que la bendición del Dios de la vida, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros nos guarde en su amor y permanezca para siempre.
R/ Amén.
