EUCARISTÍA DEL JUEVES SANTO -VIDEOCONFERENCIA-

Jueves Santo: celebración a las 19:00 (7 de la tarde) https://us04web.zoom.us/j/990003766
Si quieres ver el horario completo de nuestra SEMANA SANTA 2020  o cómo conectarte y participar en nuestras celebraciones, PINCHA AQUÍ

 

ESQUEMA DE LA CELEBRACIÓN  

(Lo iremos completando con vuestras participaciones)

JUEVES SANTO -2020-

Entrega desde el amor y el servicio
¿Te sirve esta respuesta a tus preguntas? 

Algunas cosas para preparar antes de la celebración

 

Saludos de bienvenida y saludo del celebrante

* Nos damos los buenos días y vamos saludando a las casas que vayan entrando en esta «iglesia virtual» de Santa Irene.

* Saludo del sacerdote: En Jesús Dios se hace cercano a todas y todos. Que Jesús, el amigo de la vida,esté siempre con vosotros.

Jueves santo: lavatorio de los pies y eucaristía. Ambas realidades se dan la mano: son entrega que buscan el bien de las personas.

Señor Jesús: Tu sabes que nuestra existencia está hilvanada de pequeñas entregas: damos los buenos días, preguntamos cómo nos van las cosas, invitamos a tomar algo, informamos sobre diversos temas, acompañamos un rato, hacemos diversos servicios… Por este camino algunos llegan muy lejos: dedican su tiempo libre a enfermos o necesitados, entregan sus bienes para remediar el hambre, dejan su familia y su país para anunciar el evangelio, luchan en hacer comunidades verdaderamente fraternales…

¿Hay algún límite para la entrega? ¿Hasta dónde se puede llegar queriendo, haciendo el bien? Este es el secreto de la eucaristía: “los amó hasta el extremo”, hasta el límite de sus posibilidades; es decir, hasta hoy, hasta mañana, hasta siempre; y en todo. Cada vez que celebramos la eucaristía hacemos presente tu entrega hasta la muerte: gracias a tu muerte nos llega siempre el perdón; gracias a tu muerte nos llega siempre tu compañía; gracias a tu muerte nos llega siempre tu Espíritu; y con tu Espíritu nos viene todo: el consuelo, el coraje, la paz, el amor.

¿Cómo agradecerte, Señor, la Eucaristía? Estamos seguros que el único modo es imitarte: “también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros”. Cristo Jesús, ayúdanos a poner nuestro corazón y nuestras manos al servicio de los demás.

  • Escuchamos -dedicada a los niños presentes- «El amor lo arregla todo»

Oración – colecta

Al hacer, Padre, esta tarde, Memoria
de la Última Cena de Jesús con sus amigos,
como sacramento de amor y comunión,
ayúdanos a vivir este sacramento como entrega de amor de unos a otros
y signo de la fraternidad universal.
Así lo confiamos por el mismo Espíritu de Jesús
que vive ya con nosotros por los siglos de los siglos.

De Pablo a los Corintios (11,23-26)

Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía.» Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía.» Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Palabra De Dios.

Del evangelio de Juan (13, 1-15)

Antes de la fiesta de Pascua, consciente Jesús de que había llegado su hora, la de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que estaban en medio del mundo, les demostró su amor hasta el fin. Mientras cenaban (el enemigo había ya inducido a Judas de Simón Iscariote a entregarlo); consciente de que el Padre lo había puesto todo en sus manos y que de Dios procedía y con Dios se marchaba, se levantó de la mesa, dejó el manto y, tomando un paño, se lo ató a la cintura. Echó luego agua en el barreño y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con el paño que llevaba ceñido.

Al acercarse a Simón Pedro, éste le dijo: Señor, ¿tú a mí lavarme los pies?

‘Jesús le replicó: Lo que yo estoy haciendo tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás dentro de algún tiempo.

Le dijo Pedro: No me lavarás tú los pies jamás.

Le repuso Jesús: Si no dejas que te lave, no tienes nada que ver conmigo.

Simón Pedro le dijo: Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.

Jesús le contestó: El que ya se ha bañado no necesita que le laven más que los pies. Está enteramente limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos. (Es que sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: -No todos estáis limpios»).

Cuando les lavó los pies, tomó su manto y se recostó de nuevo a la mesa. Entonces les dijo:

– ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y con razón, porque lo soy. Pues si yo el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Es decir, os dejo un ejemplo para que igual que yo he hecho con vosotros, hagáis también vosotros.

Palabra del Señor

Momento personal y de compartir

Momento personal: (Antes de la misa, como reflexión que nos ayude a prepararnos)

El relato de Juan, presenta a Jesús, como el anfitrión de una cena a la que ha invitado a sus amigos y amigas antes de la fiesta de la Pascua y los sorprende con un gesto que en su sociedad nunca haría una persona honorable: les lava los pies. Ese trabajo lo realizaban siempre las personas de menor estatus entre los habitantes de la casa, generalmente los esclavos o las mujeres. ¿Qué me dice a mí hoy este gesto?

Con un gesto aparentemente insignificante Jesús rompe las fronteras que los seres humanos construimos para diferenciarnos, para mostrarnos superiores. Lavando los pies a sus amigos los invita a entrar en un espacio nuevo, para construir relaciones diferentes, en las que desaparecen las barreras de género, estatus, poder, religión y se construye desde el respeto, el encuentro y la equidad. ¿A qué me siento invitado/a?

Pedro, desde los valores aprendidos, se escandaliza de que el maestro tuviese la osadía de ponerse de rodillas ante sus discípulos/as y aparecer como un esclavo. Para él lo honesto es negarse a dejarse lavar los pies porque sería vergonzoso y una falta de respeto aceptarlo. Imagina que Jesús quiere lavarte a ti ¿Cómo lo vivo y lo siento yo?

Momento de compartir

¿QUÉ TENGO PARA PONER ENCIMA DE LA MESA?

Cada persona o familia elige un símbolo
para poner encima de la mesa común…
algo que represente lo que hoy quieren partir, repartir, compartir
o algo que represente cómo pongo mi vida “encima de la mesa”
algo que exprese su Jueves Santo ante Dios y los hermanos

Lo muestran a todos -y si no tienen cámara, nos lo cuenta- y nos expresan el por qué de esa elección

Gesto del «Lavatorio de los pies»

El gesto es expresión de aquello que sentimos, Jesús con el gesto de lavar los pies expresó significativamente que su vida era un servicio a los demás, esto es lo que acabamos de proclamar. Hoy nosotros no queremos representar el gesto de Jesús, sino que queremos expresar nuestra disposición a servir y para ello vamos a presentar diferentes situaciones que claman con fuerza y urgencia, en la sociedad actual, nuestra atención y nuestra respuesta generosa.

Vamos a ir presentando las diferentes situaciones humanas que están clamando, gritando…, las iremos presentando una a una y las contemplaremos con la misma actitud de Cristo.

Antes escuchamos esta canción: «Sigue habiendo tantos pies que lavar»

  • A LAS PERSONAS MAYORES SOLAS

Lavemos los pies a nuestros mayores solos y abandonados. Nos lo han dado todo y ahora los arrinconamos porque son una carga y ya no nos valen. Son los incomprendidos y descalificados. No nos atrevemos a ponernos en su piel. (Momento de silencio).

Les pedimos perdón por nuestra ingratitud.

  • MUJERES MALTRATADAS

Lavemos los pies a las mujeres maltratadas, aisladas y olvidadas cerca de nosotros que nos son respetadas en su dignidad de personas libres y responsables. (Momento de silencio)

Les pedimos perdón por nuestra ligereza e irresponsabilidad.

Y continuamos «lavando los pies»
a aquellos que hemos escrito en la preparación de la misa.
La familia que quiera va diciendo a quién…

 ¿A quién lavarías hoy, tu los pies?  una persona, un colectivo…

 

 

Y terminamos poniendo a todas esas personas encima de la mesa, en el ofertorio mientras escuchamos «Todos los dones» (Godspell)

Oración sobre las ofrendas

Que el sacramento de vida que ahora celebramos, 
significado en el pan y vino compartidos,
se transforme en nuestras vidas 
en realidad concreta de amor fraterno 
y compromiso solidario con los más vulnerables, 
lo mismo cerca que lejos de nuestro entorno.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Antes del momento de la consagración

ENCENDER LA VELA: CADA GESTO CUENTA

Con ella nos uniremos  la propuesta «Cada Gesto cuenta»
para expresar la solidaridad con los afectados por el coronavirus
en el Día del Amor Fraterno
.

Algunas actitudes para vivir la fraternidad
(elige una al encender tu vela)

  • Mirada atenta para descubrir la necesidad del otro, comenzando por aquellos con quienes compartimos el hogar y el confinamiento.
  • Humildad para reconocer la propia vulnerabilidad y acoger el cariño y la cercanía del otro.
  • Ayuda mutua. Es la hora de una fraternidad inteligente, ejemplar y creativa para superar el individualismo y descubrir que nos necesitamos todos.
  • Compasión. Sentir con el otro y estar al lado compartiendo desalientos y esperanzas.
  • Responsabilidad para cuidarse y cuidar al otro, asumiendo las consecuencias de las propias acciones.
  • Gratuidad. Amar es dar, es dar-se, ofrecer lo que soy y tengo, aunque parezca insignificante.
  • Acompañar como expresión del amor hecho servicio generoso, entregado y cercano.
  • Orar contemplando a Cristo en su Cruz y mirando con ternura a todos los que sufren.
  • Esperanza, la que viene de Cristo resucitado, que ilusiona y abre al futuro porque con la Pascua llegan días de salvación y alegría.

Oración de despedida

Gracias Señor, porque nos amaste hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: dar la vida por otro.

Gracias Señor, porque en la última cena partiste tu pan y vino, para saciar nuestra hambre y nuestra sed…

Gracias Señor, porque en la Eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos a entregar la nuestra…

Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.

Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu entrega, en torno a una mesa con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor.

Bendice nuestra cena, Señor; bendice a nuestros hermanos más frágiles y enfermos con quienes hoy nos sentimos especialmente unidos; que la fraternidad alumbre para ellos la esperanza.

Así lo confiamos en el Espíritu de Jesús
que ya está con nosotros por los siglos de los siglos.

 

Comentarios cerrados.